LLegué a la astronomía a través de mi gusto por las matemáticas, entusiasmada sobre todo por la profesora que tuve en esta materia en los últimos años del colegio. Justo cuando egresé se abrió la licenciatura en astronomía en la PUC, que me pareció una excelente opción para combinar mis intereses con un campo que se veía con mucho potencial de desarrollo en Chile.
Mi trabajo de investigación se centra en el estudio de aguejors negros en crecimiento, y su interacción con el medio que habitan.
Las principales dificultades de la carrera científica para mí se centran en combinar la vida en pareja/familiar con el trabajo: en los primeros años por la necesidad de trasladarse cada dos o tres años a otro país y tratar de combinar con la pareja, para poder estar juntos, en una carrera donde no se tiene mucho control sobre dónde se podrá encontrar trabajo. Siendo flexibles los dos esta dificultad es abordable. Ahora que soy académica la principal dificultad ha sido combinar el trabajo con la maternidad, que ha tenido un tremendo impacto en mi producción científica, lo que se traduce concretamente en menos oportunidades para obtener financiamientos y aparecer como una colaboradora menos atractiva para propuestas grupales. Esta dificultad afecta a muchas madres (y padres!) astrónomas y debe ser abordado al menos por las agencias de financiamiento de una manera más efectiva.
Lo que más disfruto del trabajo es interactuar con mis estudiantes y colaboradores en discusiones científicas donde todos aportan y donde surgen ideas nuevas o cuando logramos integrar las distintas fuentes de información para comprender en profundidad un problema en el que hemos estado trabajando.
