Cuando era una niña, mi abuelo me regaló unos binoculares. Los tomé y miré a la Luna, allí me di cuenta que quería ser astronauta. Luego en el colegio me destaqué siempre en las clases de ciencias, matemáticas, biología, física, química, y todas las ciencias de la Tierra, esto fue fundamental para entender que mi camino estaba en las ciencias.
Mi tesis de doctorado trata sobre el análisis del contenido químico de miembros estelares de cúmulos globulares del bulbo galáctico, con lo que buscamos comprender con una resolución y precisión sin precedentes, los diferentes detalles que se presentan en estos tipos de objetos, así como contribuir a la historia de nuestro hogar galáctico.
Dentro de los desafíos en mi carrera estuvo el hecho que, cuando me gradué del colegio no existía en ese entonces una licenciatura o un pregrado en astronomía en mi país de origen-Colombia. Opté entonces por estudiar una carrera/pregrado en ciencias fundamentales: Física, Química, Biología y Matemáticas, así que me gradué como Ingeniera Física. Luego fui admitida en un postgrado de Ciencias en Europa, pero no me otorgaron la visa de estudiante, entonces trabajé varios años hasta reunir dinero para ingresar a hacer el Magíster en Astronomía en Bogotá (para ese entonces ya existía al menos esta opción). Esperé años para que mi sueño se hiciera realidad.
Lo que más disfruto de mi trabajo es que estoy dedicada a hacer lo que más me apasiona que es la ciencia, aportando tanto a la sociedad, como a la comunidad científica y local desde distintos ámbitos (educación, divulgación, contribuciones científicas).
Lo más interesante que he vivido como astrónoma es que puedo contribuir también a la transformación social a través de la educación y la divulgación, un enfoque que disfruto completamente y que está alineado con mi misión de vida.